Cuentan los ancianos indios de guarani esta leyenda. Antiguamente los pájaros sólo lucían en su plumaje los colores de la tierra con que fueron hechos por INTI, MAMA-QUILLA, Y PACHA-MAMA. Pero los pájaros, no estaban conformes, querían en sus plumas los hermosos colores de las flores, querían ser admirados como ellas. Entonces resolvieron reunirse para pensar entre todos, como conseguirlos. Es así que una mañana el cielo de los valles se llenó de pájaros en vuelo. Y las bandadas fueron posándose entre los arbustos, o a la sombra de los cactus, para tratar el tema. Cuentan los ancianos indios de los valles calchaquíes, esta leyenda. Antiguamente los pájaros sólo lucían en su plumaje los colores de la tierra con que fueron hechos por INTI, MAMA-QUILLA, Y PACHA-MAMA. Pero los pájaros, no estaban conformes, querían en sus plumas los hermosos colores de las flores, querían ser admirados como ellas. Entonces resolvieron reunirse para pensar entre todos, como conseguirlos. Es así que una mañana el cielo de los valles se llenó de pájaros en vuelo. Y las bandadas fueron posándose entre los arbustos, o a la sombra de los cactus, para tratar el tema.
Habían pájaros que deseaban todas sus plumas de un solo color, otros, en cambio, querían un plumaje muy colorido, que realmente llamara la atención, que los destacara. Después de mucho diálogo, de mucha discusión, de mucho argumentar sobre ventajas y desventajas, llegaron a un acuerdo: le pedirían al sol, al dios INTI, la gracia de cambiar sus plumitas por otras con los colores que veían en las flores. Les pareció una idea genial!! Algunas aves decidieron que para su forma de vida, era mejor mantener esos colores terrosos, como el hornero, que construía su casita con barro. Las ratoneras, no irían porque tenían pichoncitos, y no podían dejarlos solos, los picaflores opinaban que el sol estaba demasiado lejos y que ellos eran muy pequeños, para un viaje tan largo. El pirincho no fue porque no podía abandonar su trabajo en los sembrados de maíz. Tampoco fue la calandria, no podría dejarlos valles sin su alegría. INTI, dios que dominaba el aire, la tierra y el agua, los escuchó desde el cielo, y decidió que la petición era justa, pero que no podría permitir a las aves llegar hasta él, porque sus cuerpecitos se quemarían. Llamó entonces con prontitud a los vientos. Al viento rojo y caliente del desierto. Al viento blanco y frío que baja de las montañas, con tormentas de nieve, y al viento negro de la noche, que llega en silencio, soplando entre los arbustos. Les pidió que reunieran a las nubes para que éstas lo ocultaran, y provocar entonces una lluvia pasajera que hiciera que las aves detuvieran su vuelo. Cuando las aves se retiraron, y los vientos se llevaron las nubes, INTY, el dios sol, pintó con suma delicadeza el primer arcoíris en el cielo. Entonces los pájaros retomaron su vuelo,y cruzaron entre sus ríos de color. Cada uno fue tomando el color que más le gustaba para sus plumas, y se sintieron muy felices en ese vuelo, y decidieron regresar. Volaron durante el día y luego bajo la luz de MAMA-QUILLA, hasta que llegaron a sus valles, sorprendiendo con los colores brillantes a sus compañeros que se habían quedado. Éstos salieron y volaron con ellos, en alegres bandadas pero faltaban los tumiñicos, lospicaflores. Dónde estaban? Entre las flores por supuesto, y ellas les habían regalado sus colores más bellos, y el brillo de las gotitas de rocío, donde siempre juega la luz del sol. Y en esta fiesta del color, todos los valles danzaron.
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