El Mbokaja es una palma espinosa con un tronco único de 8 a 10 metros de alto, con un penacho
superior conformado por 20 a 25 hojas, conformadas por raquis de 2,5 a 3 metros de largo, con espinas de 6
a 8 cm. y segmentos foliares laterales. Son plantas monoicas, de sexos separados en cada espádice o racimo
de flores. El fruto es una drupa de cáscara dura (pericarpio) que cubre la pulpa (mesocarpio) de color
amarillo dorado y dulce cuando maduro, la que a su vez recubre el carozo duro (endocarpio) que contiene en
su interior la almendra, de carne blanca y aceitosa. El número de frutos por racimo varía de 75 a 700, con
una variación de 3 a 12 racimos por planta, pudiendo producir de 30 a más de 80 kilogramos de frutos por
palmera.
Sin embargo, el rendimiento en frutos es muy escaso cuando las plantas son desfoliadas, frecuente
práctica invernal de los pobladores rurales para alimentar el ganado bovino. Por otro lado, los frutos que se
arrancan de la planta “cacheado”, aún no se encuentran maduros y por lo tanto, la almendra aún no está
formada
Utilización
Los frutos maduros del Mbokaja son utilizados para la extracción de aceites (10 ‐ 15 %), materias
primas tradicionales para la industria de jabones, aunque no se descarta su utilización futura como
biocombustible. Los subproductos resultantes: Pericarpio; carozo; Torta o expeler de pulpa y torta o expeler
de almendra, tienen diferentes destinos.
Tanto el pericarpio como el carozo, se conforman principalmente de lignina, material leñoso
indigestible, por lo que el primero es utilizado como fertilizante y el segundo como combustible de calderas.
La torta o expeler de pulpa de coco y la torta o expeler de almendra de coco son utilizadas como
ingredientes de la dieta de animales domésticos, en proporción diferente según la especie y categoría
animal.
Resultados de estudios realizados en el Paraguay
A continuación se presentan resultados de estudios realizados en 1992 y 1993 en el Dpto. de
Nutrición Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias con apoyo del CEMIT (UNA) sobre el uso del
Mbokaja y subproductos industriales en alimentación animal.
Conclusiones
Los resultados obtenidos permiten concluir que el consumo voluntario del coco integral molido se vería
limitado debido a su apreciable cantidad de fibra y de materia grasa, lo que determinaría la sensación de
saciedad en los animales.
Por lo tanto, la conversión de alimentos se tornó más elevada para el grupo que recibía coco integral
molido, pero aún así este suplemento resultó más conveniente en términos económicos.
Todo lo expuesto permite concluir que el coco (Mbokaja) integral molido puede ser utilizado con éxito
como alimento suplementario energético del ganado bovino a razón de 1 kg por cada 100 kg de peso
corporal por día durante el periodo invernal.
Marisa.
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